El comienzo...
Caminas por una senda pedregosa, en el crepúsculo de una fría noche de noviembre. Estás sol@, al menos en apariencia, y el silencio sepulcral de la llanura en la que te encuentras es tansolo interrumpido por el ulular de un pájaro totalmente desconocido para ti. Miras a tu alrededor... no encuentras nada ni nadie donde apoyar tu mirada, excepto unos pocos árboles de aspecto muy triste, y el largo y continuo camino por el que avanzas.
De repente, frenas en seco y recapacitas... ¿Cómo has llegado hasta allí?, ¿qué es lo que te mueve a seguir ese sospechoso camino?, y ¿por qué, aunque lo intentas con todas tus ganas, no puedes volver atrás? Nada tiene sentido, y sin embargo reanudas la marcha.
Tiemblas, pues ahora la oscuridad es mucho mayor, te envuelve, y sientes que las sombras empapan tu ser de un frío que nunca antes habías notado. Miras hacia un cielo plagado de estrellas, minúsculas luces tintineantes que parecen observarte impasibles, como si guardaran un secreto que no te pueden revelar. Por su parte, la luna llena, situada un poco a la izquierda del horizonte hacia el que te diriges, parece contener la respiración, sabiendo cual es el destino que te espera. ¿Qué ha sido eso? Casi has podido oír su risita...
Vuelves la mirada al frente y das un pequeño salto sobresaltad@. De repente, la infinita llanura había dado paso a la larga hilera de árboles de lo que parecía ser un inmenso y frondoso bosque, sin que tú siquiera te hubieras percatado. Tardas varios minutos en reaccionar, pero como inpulsad@ por una extraña fuerza, avanzas de nuevo, un paso tras otro, siguiendo siempre ese extraño camino que ningún hombre podría haber formado nunca.
Te acercas al borde del bosque, el camino se abre paso entre los árboles perdiéndose de vista. Caminas hacia su interior, procurando vaciar tu mente de pensamientos mientras frotas tus manos por intentar conseguir un resquicio de calor. La oscuridad se va haciendo todavía más palpable, sientes que al extender la mano vas a poder agarrar un grueso velo negro que te aisla de toda luz, pero no es así.
Conforme te vas adentrando la espesura del bosque aumenta, y los árboles parecen ponerse en medio de tu camino para impedirte el paso a su interior. Pero ni siquiera eso consigue detenerte. Evitas en tu avance varias ramas caídas y muchos árboles de gruesos troncos, hasta que llega el momento en que piensas que te será imposible continuar. Sin embargo esquivas un último tronco y el bosque se abre, apareciendo ante ti una inmensa montaña, cuyo pico se pierde entre las nubes.
Es imposible, te dices a ti mism@, una montaña como aquella la hubieras visto desde el exterior del bosque, y sin embargo recuerdas perfectamente no haberlo hecho. Todo te parece tan extraño... pero ahora el miedo a desaparecido, convertido en una extraña curiosidad por conocer qué es lo que te espera un poquito más allá. Pues ahora el camino se adentraba en aquel enorme cuerpo marrón.
Por primera vez a lo largo de este extraño recorrido, sientes que puedes volver atrás. Ahora realmente puedes retroceder, echar a correr y retornar a tu vida diaria, que, aunque monótona, te aporta cierta seguridad placentera. Pero... también puedes continuar... continuar y descubrir qué misterio guarda todo este viaje sin sentido. La elección está en tus manos:
a) Si quieres volver atrás en tus pasos hacia tu vida normal.... Lo único que has de hacer es darle al cuadradito situado en la parte de arriba de esta página dibujado con una pequeña X.
b) Si piensas que necesitas saciar tu curiosidad... adelante... Simplemente continua por aquí cerca...
Muajajajaja...
He aquí el estreno de mi blog... Ha tardado lo suyo, y es que, por desgracia, los momentos de esparcimiento no han abundado en mi vida estos últimos días...
Sin embargo... Hoy por fin llegó la hora...
